Grupos de choque del chavismo irrumpieron este miércoles en
la sede de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, controlada por la oposición,
y agredieron a diputados y visitantes que en ese momento asistían a una sesión
solemne en conmemoración de los 206 años de la declaración de independencia del
país suramericano. Unas 300 personas permanecieron retenidos en el edificio
hasta después de las 6:30 de la tarde hora local (12:30 de la noche en España)
cuando empezaron a salir. Hasta entonces un nutrido grupo de civiles armados
del régimen les impedía salir.
El ataque comenzó al finalizar la sesión conmemorativa de la
firma de la declaración de Independencia el 5 de julio de 1811, cuando los
representantes de las provincias que entonces constituían la Capitanía General
de Venezuela proclamaron su separación de la Corona española. Manifestantes
progubernamentales, que hasta entonces mantenían bajo asedio el edificio,
entraron al Palacio Federal Legislativo, en el centro de Caracas, con la
colaboración de la Guardia Nacional Bolivariana, encargada de la seguridad del
recinto.
Periodistas, personal de la AN y parlamentarios fueron
robados y golpeados. Los asambleístas Américo De Grazia, Luis Padilla, José
Regnault, Nora Bracho y Armando Armas fueron atendidos en la enfermería con
heridas de consideración. De Grazia se llevó la peor parte. Una ambulancia lo
trasladó hacia una clínica del noroeste de Caracas, donde más tarde
convulsionó. Tiene traumatismos en el abdomen, en el tórax y una herida en la
cabeza. Armas fue suturado en la cabeza con 20 puntos. Todos están fuera de
peligro. Siete trabajadores del Parlamento también fueron heridos en la
refriega.
Simultáneamente con el ataque, todo el sistema de radio y
televisión del país transmitía en cadena nacional el desfile militar con que
las Fuerzas Armadas tradicionalmente saludan la fecha patria, desde el paseo
Los Próceres de la capital venezolana. El evento contó con la presencia del
presidente Nicolás Maduro y miembros de su Gobierno y de otros poderes del
Estado. El jefe del Estado se enteró de lo que ocurría en el Parlamento y
condenó los hechos, al tiempo que prometió una investigación. “No seré cómplice
de la violencia”, afirmó.
También la OEA ha rechazado la agresión contra la Asamblea.
El secretario general de la organización, Luis Almagro, ha asegurado que el
ataque "sirve directamente al proceso de desinstitucionalización que viene
sufriendo el país".
Oswaldo Rivero, llamado por el chavismo "Cabeza de
mango", un conocido animador de la televisora estatal Venezolana de
Televisión, lideró el ataque y arengó a la turba oficialista. Después del
asedio, Rivero colocó en Twitter tres vídeos con testimonios de simpatizantes
chavistas, quienes aseguraron que fueron agredidos temprano en la mañana,
cuando intentaban entregar un documento al presidente de la Asamblea Nacional,
Julio Borges. La cuenta deja entrever que el asedio fue una respuesta a esa
agresión. Alicia de la Rosa, jefa de prensa del Parlamento, no confirmó la
versión de Rivero.
En medio de la golpiza la Guardia Nacional Bolivariana
arrojó gases lacrimógenos. Se escucharon detonaciones en el lugar y luego,
cuando los chavistas se retiraron, los diputados recogieron casquillos de
balas. Al final de la tarde aún permanecían rodeando la manzana donde se
encuentra la edificación de aires neoclásicos, situada a media cuadra de la
plaza Bolívar y de las sedes de Cancillería, la Gobernación de la capital y el
palacio arzobispal. Los grupos de choque decían que actuaban en represalia al
trancón (bloqueo) de seis horas organizado por la oposición en todo el país y
aseguraron que permitirían la salida de los diputados y de los invitados al
acto después de las 6:00 de la tarde (medianoche de España). En las
instalaciones del Poder Ejecutivo se encontraban 120 trabajadores, 108
periodistas y 94 diputados.
No es la primera vez que en la actual legislatura ocurre un
hecho de esta naturaleza. En octubre de 2016 las mismas turbas chavistas
interrumpieron a golpes la sesión convocada por la oposición para discutir el
inicio de un juicio político contra Maduro. Tanto aquel asalto como este
evocaron las peores montoneras del siglo XIX.
Es tradición que en esta fecha se organice un evento
conmemorativo de la independencia en la sede del Poder Legislativo, donde
reposa el acta original de la declaración. Este miércoles, el discurso de orden
estaba a cargo de la historiadora Inés Quintero. Sin embargo, desde que en las
elecciones de diciembre de 2015 la oposición, agrupada en la Mesa de Unidad
Democrática (MUD), conquistó la mayoría absoluta en el Parlamento, el Ejecutivo
chavista, que ha hecho al Tribunal Supremo declararlo en desacato, se niega a
participar en eventos junto al Legislativo.
Por eso fue una sorpresa -tanto como, quizás, una
demostración del poder de los símbolos- que a primera hora de la mañana de este
miércoles se presentara en la misma sede de la Asamblea Nacional el vicepresidente
Tareck El Aissami, para rendir honores al acta y llamar a los fieles de Maduro
a acercarse al Parlamento. “Que venga el pueblo de a pie a este salón a tomar
juramento de nuevo y asumir esta proclama para conducir en los tiempos futuros
nuestro país hacia una gran victoria. Es la hora de los pueblos, es la hora de
los revolucionarios”, afirmó
El Aissami invitó a reaccionar contra los que, según la
propaganda del Gobierno, “pretenden entregar la patria a los intereses oscuros
del imperialismo”. “Los que se vayan quedando en el camino por traiciones,
ambiciones y por proyectos personales, que se queden. Por cada traidora o por
cada traidor vendrán miles de millones de revolucionarios a alzar la bandera de
Bolívar y de Chávez para seguir empujando esta causa”, aseguró.
En la breve ceremonia, efectuada en un salón del Palacio
Federal, se vio a El Aissami (sobre quien pesa una sanción del Departamento del
Tesoro de Estados Unidos, por acusaciones de participar en actividades de
narcotráfico y legitimación de capitales) flanqueado por el coronel Bladimir
Lugo, comandante del destacamento de la Guardia Nacional encargado de la
custodia de las instalaciones del parlamento.
En días recientes, el coronel Lugo adquirió notoriedad
pública por un vídeo que circuló a través de las redes sociales, en la que
aparecía discutiendo con el presidente de la Asamblea Nacional, el opositor
Julio Borges, y al que finalmente dio un empujón.
Apenas minutos después de la inesperada visita de El
Aissami, dio inicio la sesión solemne de la Asamblea Nacional. La duplicidad de
eventos da testimonio del acelerado tránsito hacia una realidad de
institucionalidades paralelas a la que marcha Venezuela en medio de una
profunda crisis socioeconómica y de gobernabilidad. A pesar del asalto, los
diputados de oposición consiguieron aprobar en la cámara un acuerdo para
convocar a un plebiscito popular el próximo 16 de julio.
El Secretario General de la Organización de los Estados
Americanos (OEA), Luis Almagro, condenó enérgicamente el nuevo ataque cometido
hoy contra la Asamblea Nacional de Venezuela, ya que la agresión contra las
instituciones democráticas es la esencia misma de una dictadura.
Fuente: El País
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