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Friday, February 9, 2018

Los Catalanes en los campos nazis

Ayer, tuve la oportunidad de culminar de leer el libro Los Catalanes en los Campos Nazis de Monserrat Roig. Sin duda alguna, no les puedo negar lo anonadado que estoy. No por el hecho de que los nazis mataban a sus prisioneros a diestra y siniestra, que metían a sus víctimas al interior de una cámara de gases o de una ducha con agua helada para matarles y después quemarles en un crematorio, o que en muchos casos los prisioneros tenían que alimentarse de otros humanos muertos. No. Ese tipo de eventos tan lamentables ya los había estudiado y sabía que eran hechos.

Sin embargo, el enterarme que en los campos nazis hubieron 10,000 republicanos españoles-1,800 de ellos catalanes-me hizo cambiar mi perspectiva completamente del holocausto. Los nazis no solo asesinaban y tenían prisioneros gitanos, homosexuales (irónico pensar que la homosexualidad entre los SS era una práctica común y aceptada entre ellos), judíos (6 millones de judíos fueron asesinados por nazis; dos terceras parte del total de la judería mundial), sino que también tenían a gente apátrida entre sus víctimas. Y en esta categoría estaban los republicanos españoles. A pesar de que el régimen de Franco sabía de la existencia de éstos republicanos en campos nazis, nunca dijeron nada en público y hasta el día de hoy la monarquía española no ha hablado claramente sobre este tema.

Através del texto que he leído, varias de las víctimas masculinas y FEMENINAS españole/as cuentan sus historias. Desde como sufrían en los campos de trabajo, hasta las pocas raciones de comida que recibían y como la ahorraban, y como muchos de ellos no resistían y se lanzaban contra la verja eléctrica para morir electrocutados y no sufrir más. Los campos de exterminios donde los republicanos españoles y catalanes principalmente se encontraron fue en Mauthausen y Gusen. Sin duda, dos lugares horribles, y donde el dolor y la sangre monopolizaba el olor ambiental. La crueldad de los nazis-cuentan los sobrevivientes, catalanes predominantemente-era tal que si tenías alguna enfermedad como el tifus o si no podías caminar, te llevaban a enfermería. Pero no para curarte, sino para inyectarte una dosis de gasolina en el corazón. Sin dudas, los SS (y los nazis en general) eran unos animales sin escrúpulos predominantemente.

Llegados a este punto solo les pido y ruego que lean dicho libro para que aprendan sobre las atrocidades del holocausto, sino que les suplico que lo hagan para que sus hijos, nietos y vecinos nunca olviden hacia donde nunca debemos de volver en Europa y en el resto del mundo. Antes de concluir quiero dejarles por aquí a tres personajes que se mencionan en éste libros los cuales personalmente me tocaron mucho: Pey Sardá, Antoni Valls y Francesc Teix.

Pey era un hombre nativo del pueblo medieval Pals, Girona en Catalunya. Su historia es extremadamente conmovedora y valiente. Aunque no proveeré mucha información aquí sobre él (espero que ustedes puedan lograr encontrarla por sí mismos en el libro) fue un personaje que me llamó mucho la atención porque nació y creció en un pueblo a solo unos 15 minutos de donde mi familia tiene una casa. Pensar que hubieron prisioneros nazis catalanes provenientes de un lugar tan cercano es chocante. Otro personaje que me llamó mucho la atención lo fue Antoni Valls. Original de Badalona (ciudad donde también tengo parientes) fue sin duda otro héroe más de este horrible evento llamado holocausto (recuerden que este término es dado a la shoa luego de la popular película israelí en los años 70's en la que se explica como fueron los campos de exterminio nazis). Finalmente, Francesc Teix es un personaje que me marcó el alma. Este catalán (si mal no me equivoco barcelonés) no solo hablaba varias lenguas y era extremadamente solidario con sus compañeros en los campos nazis, sino que fue quien creó el cartel gigante de recibimiento en Mauthausen que los sobrevivientes del holocausto le prepararon a los estadounidenses. Por eso es que vemos que en ese cartel también hay palabras en castellano aunque los franceses lo hayan censurado...

En fin, el texto son casi 500 páginas de plena información extremadamente valiosa.



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