El racismo es una de las manifestaciones más burdas y lastimosas que la humanidad haya nunca creado. Esta puede manifestarse de manera verbal, emocional y físicamente. A principios del siglo 19 el antisemitismo (el cual es un sentimiento en contra de los judíos y que tuvo auge posterior a la expulsión de los judíos de España en 1492 através de toda Europa) es aún un fantasma que nunca se ha ido ni siquiera con el hashoah. Recientemente el embajador de Venezuela en la Naciones Unidas, Rafael Ramírez, sugirió que Israel está llevando acabo una "solución final" en contra del pueblo Palestino. El Partido Laborista del Reino Unido suspendió formalmente a la representante de Bradford West, Naz Shah, luego de un conjunto de tweets antisemitas. De hecho, esta dama sugirió que los judíos deben ser "limpiados étnicamente" y que los judíos deberían ser deportados todos a los Estados Unidos. Es curioso porque por ejemplo, el líder del Partido Laborista de el Reino Unido, Jeremy Corbyn, reconoce la existencia del grupo islámico-palestino Hamas, se solidariza con ellos y los nombra como un grupo de resistencia. Pero ante la presión, suspende a una de las suyas, claro para no perder la costumbre de la doble retórica.
Estos grupos políticos y personajes en general son una pequeña porción de individuos (algunos de los muchos que ostentan estos sentimientos de arraigo de odio hacia los judíos y al estado de Israel) que no pueden contener su odio hacia un grupo étnico que a pesar del exilio de más de 2,000 años nunca se ha homogenizado, nunca ha perdido su legado cultural y linguístico y que ha permitido que sus tradiciones florezcan hasta nuestros días, de la mano de las cualidades y bendiciones que Dios le dió a su pueblo-hijo primogénito. Es importante que la comunidad internacional (la cual desde los años 70's apoya más a los palestinos que a los israelíes y su causa), esa que recientemente acaba de insinuar que los judíos no tienen ninguna relación con Jerusalén através de una resolución en la UNESCO, entienda que el estado de Israel no es una nación racista. Que aunque muchos líderes mundiales no tengan el valor de atacar al pueblo judío, si ostentan un sentir claro y lógico de odio hacia el pueblo de Israel. Y no lo hacen por razones políticas, mas nada. El anti-semitismo es un sentimiento, que más que odio através de la libre expresión oral, se extiende de manera clara y racional através de otros medios como lo es el tener asesores que odian a los judíos (sí, hablo de Hillary Clinton).
Es una pena que el mundo olvide a esos 850,000 mil de judíos expulsados de países árabes, mientras que se concentran en los 714,00 palestinos que dejaron a Palestina tras la declaración de independencia de Israel de manera voluntaria en muchos casos ya que se fueron a países como el Líbano, Jordania, Siria, Egipto, etc. aún cuando el los israelíes ni siquiera los expulsaron. Más aún, más de 2,000 judíos fueron asesinados en dichos países árabes tras la independencia del pueblo de Israel, sin embargo hasta al día de hoy acusan a los israelíes de ser un régimen ocupacionista, racista, xenófobo, etc. El mundo debe entender que lo que le pertenece a alguien, le pertenecerá por siempre. El pueblo de Israel tuvo la valentía de crear su propio estado moderno, de escapar de la tiranía y el odio después de 6 millones de judíos en su mayoría ashkenazíes muertos en el holocausto nazi y de seguir hacia adelante. Los protocolos de los sabios de sión, la expulsión de 1492, el hashoah, etc. no pudo detener al pueblo judío y nunca, jamás, podrá quitarle su libertad. Israel hoy, da cátedra de lo que puede ser una nación multiculturalista, una nación de tolerancia y una nación donde la democracia y la diversidad es lo que le da fuerza y auge a su existencia.
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