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Wednesday, October 18, 2017

Irak, Afganistán y Siria: El desastre olvidado

A pesar de que los Estados Unidos tiene el presupuesto militar más alto del mundo- aproximadamente $600 billones de dólares- y de que consume dos terceras de toda la producción armamentística del mundo, el legado militar reciente de dicho país a nivel internacional no ha sido tan destacable. A pesar de que en los ochentas se lograra sacar a los soviéticos de Afganistán apoyando militarmente y entrenando a los “muyahidines” a través de la CIA, y que en el 1991 se lograra sacar al ejército iraquí de Kuwait, la imágen intocable que el ejército estadounidense había tenido se está denigrando. Esto no significa que se esté debilitando, y menos cuando los Estados Unidos tiene más de 50 bases militares oficiales y no oficiales en todo el mundo. Sino que sus intervenciones más recientes como lo fue en Irak y en Afganistán en 2003, y en Siria ahora apoyando a los rebeldes no islamistas e islamistas, ha generado un caos político, social, militar y por consiguiente religioso en dichos países. En el caso de Irak y Afganistán y se gastaron más de $30 billones de dólares, se vendieron bonos de guerra con intereses tan altos que no se terminaran de pagar hasta 2025. Y aunque se lograron regímenes “democráticos” liderados por las mayorías étnicas y religiosas de esos países, los conflictos en esos países no se acaban.

      En Siria, los Estados Unidos tenía hasta hace poco 8 bases militares no oficiales-reconocidas, 7 de ellas en la autodenominada Región Autónoma de Rojava, y se han gastado casi $2 billones de dólares entrenando “opositores moderados” en Jordania y Arabia Saudí-junto a la ayuda de asesores militares israelíes. Sin embargo, el 40% de estos combatientes se han unido hoy a grupos yihadistas o islamistas. Por lo que ante lo previamente dicho es tiempo de que los Estados Unidos detenga su ayuda a los rebeldes en Siria ahora que han liberado a Raqa de las garras de Daesh. Ahora, si van a apoyar a los kurdos sirios que lo digan públicamente para dejar todo claro a Turquía. Ya Al-Assad no perderá la guerra. Es más claro que el agua lo que está pasando en el terreno sirio.

       Lastimosamente, la petición antes realizada es evidentemente obviada por ese “establishment militar” que después de haber gastado billones de dólares también entrenando a militares en Somalia, Egipto y al corrupto ejército ucraniano, y movilizando sistemas antimisiles en Europa del Este. Llegados aquí es menester que dejemos el Twitter a un lado y pongamos en práctica las recomendaciones del nuevo asesor de seguridad del Presidente Donald Trump, H.R. McMaster y el Secretario de Defensa, James Mattis. Pero, ¿por qué digo todo esto? Porque como anteriormente he expuesto, los Estados Unidos no solo está aniquilando su imagen con la idea de ser la policía del mundo sino que ha perdido el control de de los estados fallidos que creó. Dejando a un lado Siria, concentrémonos en Irak. A pesar de que en 2005 los kurdos iraquíes finalmente lograron poner en práctica una región autónoma kurda con su propio ejército-los ‘peshmerga’-, su propia economía, un territorio al que el ejército iraquí no puede entrar y un marco político totalmente pro-occidental, hoy la realidad es diferente. Tras la explosión de la Guerra Civil Iraquí hace unos años atrás, los kurdos no sólo se han ganado a los países occidentales por su feroz frente a Daesh, sino que han expandido sus fronteras debido a esta guerra. A eso sumele el que hace unas semanas en un referéndum celebrado en las 3 provincias de la región autónoma y en 4 mas las cuales son ocupadas por el Gobierno del Kurdistán Iraquí-incluyendo la Gobernación de Kirkuk la cual es algo así como la Jerusalén de los kurdos-los kurdos avalaron la independencia con más del 90% de los votos.

      Aunque el parlamento iraquí y los vecinos de Bagdad declararan ilegal el referéndum-y aunque la comunidad internacional, menos Israel, pidiera aplazar la votación-este evento ocurrió. Y aunque el presidente del Kurdistán Iraquí quiere negociar la independencia con Bagdad, parece que esto terminará en un nuevo conflicto militar. Un nuevo conflicto que puede volver a dar oxígeno a Daesh en el Medio Oriente. Por lo que si Estados Unidos no logra mediar en este nuevo escenario que se avecina, muchos billones de dólares más serían gastados-aunque no sabemos aún en favor de cuál bando ya que el gobierno iraquí es muy pro-irani. Algo que a la Administración Trump no le ha hecho mella de gracia. Por otro lado, y aunque no se hable mucho en la prensa occidental, Afganistán es otro estado fallido que Estados Unidos no ha sabido cómo manejarlo. Este país  no se aleja mucho de lo que es hoy día, por ejemplo, Somalia y Libia. Al desaparecer sus dictadores, aparecieron yihadistas y terroristas.

      Aunque en Afganistán hoy día hay un gobierno electoralmente elegido, los tribunales y el gobierno se brincan la constitución para atacar a sus propios civiles en vez de proveerles agua, comida y electricidad en un país donde el 48% de la población no tiene acceso a agua potable. Por eso es que vemos que hoy que entre el 46% y el 51% del país está controlado tanto por los talibanes como por Daesh. Después de los billones de dólares que los Estados Unidos se ha gastado en este país, en parámetros  militares, el ejército afgano no ha podido detener los múltiples ataques que organizaciones terroristas allí realizan en promedio cada dos semanas. Afganistán, un país repleto de montañas donde grupos afiliados a Daesh se esconden, ha “recaído” en las manos del terrorismo. Por lo que no sería erróneo decir que después de 16 años, la OTAN y los Estados Unidos están perdiendo la guerra en el corazón del desastre olvidado. Además, Kabul, la OTAN y los Estados Unidos no han sabido acabar, después de todos estos años, con el mercado de la heroína que tiene los talibanes. Y es que el 80% de toda la producción de opio sale de Afganistán.

      Por lo que estoy seguro que si lo Estados Unidos hubiera atajado este mercado a los talibanes y otras organizaciones terroristas, su zona de influencia y de pleno control estos grupos no gozarían de la simpatía popular que tienen. Esto se debe a que buena parte de la sociedad afgana ve a los talibanes como los únicos que les puede realmente proteger. Aunque cuando tienes a una población que vive principalmente en el campo, y una economía que depende de soldados internacionales, hace evidente el porqué los talibanes pueden generar $3 billones de dólares en producción de heroína cada año. A pesar de que Estados Unidos ha utilizado muchas estrategias militares en Afganistán-como aumentando la cantidad de miembros del ejército afgano a 60,000 miembros y tras haber enviado 100,000 soldados estadounidenses al país asiático a partir de 2010-el no haber logrado tener influencia en una sociedad tribal y haber firmado un acuerdo militar con Afganistán hasta 2024 en el que los afganos “defienden el país y Estados Unidos paga las cuentas” ha sido un error craso.


      A pesar de que Trump causó expectativas con que los Estados Unidos se iría de Afganistán si era presidente, las expectativas se fueron al suelo. El pasado 21 de Agosto de 2017 Trump anunció su nueva estrategia. Una estrategia muy parecida a la Obama y en la que se aumenta la presencia militar de Estados Unidos de 12,000 soldados a 16,000. Una estrategia en la que se aumenta el gasto en el entrenamientos de soldados afganos, se buscará atajar la corrupción y en el que se intentará reconstruir las instituciones públicas afganas. Ahora, no se si esto pueda ser logrado antes de que los talibanes, los cuales con el apoyo de aquellos sectores corruptos del ejército afgano recibe ayuda, lleguen al poder.



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