El pasado Lunes tanto Arabia Saudí como Bahrein, Yemen, Emiratos Árabes Unidos y Egipto decidieron cortar sus relaciones diplomáticas con su socio en el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG), Cátar. Estos 5 países han decidido privar a Catar de sus espacios aéreos, han expulsado los ciudadanos y diplomáticos cataríes de sus territorios, han paralizado el intercambio comercial con Catar e incluso le han echado de la coalición que bombardea las posiciones hutíes en Yemen. Estas acciones indudablemente afectan la economía catarí ya que el 40% de todo lo que ingresa al país entra a través de Arabia Saudí. Pero, ¿por qué estos países han decidido tomar estas acciones? Tras la primera gira del presidente Donald Trump a Medio Oriente algo quedó claro: o los aliados árabes de los Estados Unidos combaten el terrorismo y su financiación, o su relación con los Estados Unidos no será buena..
Ante este panorama, y ante la posibilidad de mejorar sus relaciones con los Estados Unidos, Arabia Saudí ha decidido liderar por una vez y por todas al mundo suní en contra de Irán y en contra del terrorismo. Sí, aunque parezca increíble, la escuela del salafismo y el anfitrión de 130 ciudadanos que han matado aproximadamente 2,000 estadounidenses desde el 1975, ha decidido rechazar y demonizar los grupos yihadistas. Evidentemente, esta movida tiene la meta de calmar a los fondos de inversión saudíes en Estados Unidos que totalizan aproximadamente $800 billones de dólares. Sin embargo, para la familia Al-Saud faltaba algo más en su lucha por simpatizar con Trump y atajar la influencia de Irán en Líbano, Irak, Yemen y Bahrein. Acabar con un “aliado” no tan aliado llamado Cátar. Tras la llegada al poder en 1995 del ex Emir, Hamad Al Thani, Cátar comenzó a acercarse a los adversarios de los saudíes y a hacer todo lo contrario a lo que el resto de países del golfo hacen.
Por ejemplo, Cátar comparte un yacimiento de gas con Irán, y ha apoyado y dado refugio a miembros de la Hermandad Musulmana (HM) en Egipto. La HM es una organización islamista-radical la cual llegó al poder en 2011 por primera vez através de las vías democráticas, pero fue depuesta en 2013 tras un golpe de estado. Este golpe de estado fue impulsado por 3 de los países que cortaron relaciones diplomáticas con Cátar, pero no por Cátar. También, Cátar ha apoyado al grupo terrorista Hamas-rama de la HM en Gaza hasta 1987- dándole refugio a varios de sus líderes políticos y militares. Incluso existe inteligencia que demuestra que Cátar ha financiado a yihadistas desde la Invasión Soviética de Afganistán en 1979 hasta hoy día. A pesar de la intervención del Emir de Kuwait para mediar en este conflicto, veo muy difícil que la situación mejore ya que la confianza con Cátar es inexistente. Y con el apoyo del presidente Trump a Arabia Saudí y sus aliados esta “guerra civil sunita” parece no tener fin.
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